Asturias edita una guía sobre el ictus para ayudar a pacientes, familiares y cuidadores
La Consejería de Sanidad ha publicado la guía “Preguntas y respuestas sobre el ictus. Escuela de cuidados”, destinada a las personas que han sufrido un ictus, pero que también sirve de orientación para familiares y cuidadores. Este ambicioso trabajo recoge la información necesaria para facilitar la incorporación de los pacientes a la vida cotidiana en la medida en que lo permitan las secuelas de la enfermedad.
Además, el documento pretende facilitar a sus personas más próximas los conocimientos necesarios respecto a los cuidados y la forma más adecuada de prestar ayuda, así como información sobre los recursos a su disposición.
Hasta el momento, se han distribuido casi 2.000 ejemplares en papel de la guía, fundamentalmente entre usuarios y especialistas de Atención Primaria y de los hospitales.
El gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), José Ramón Riera, ha presentado la guía a las asociaciones de pacientes y equipos de rehabilitación en un acto celebrado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). “Se trata de una ayuda esencial para afrontar los problemas que surgen en la vida diaria y conseguir la mejor adaptación a la nueva situación con el mayor grado de autonomía e independencia posible en las actividades cotidianas”, ha explicado.
Este trabajo constituye también una herramienta muy útil para conocer la enfermedad, los factores de riesgo y sus consecuencias, así como para ayudar a la población a actuar ante la sospecha de ictus. Para ello, pone especial énfasis en la identificación de los síntomas de inicio y las acciones que debe realizar cualquier persona en esta situación.
La guía es una pieza del complejo engranaje que exige la atención al ictus, en el que se implica un equipo multidisciplinar de profesionales de Atención Primaria, hospitalaria, emergencias y servicios sociales. La publicación complementa el Programa de educación sanitaria en el ictus, que aporta conocimientos y habilidades para mantener la salud y prevenir la recaída de los pacientes.
La Unidad del Ictus se puso en marcha en 2008 y cada año atiende a más de 500 pacientes. En la mayoría de los casos, tanto durante su hospitalización como en el momento del alta, los enfermos y sus familiares plantean numerosas dudas y temores al personal sanitario que les asiste.