Hace unos días la Ministra de Sanidad y Servicios Sociales, Ana Mato, tuvo una entrevista en la cadena de televisión TeleCinco. Allí habló de diversos temas: de las vacunas, de los transplantes, de los recortes presupuestarios y de la necesidad de evitar "compartimentos estancos" entre Sanidad y Servicios Sociales, considerando ambos ahora complementarios.

También habló de la dependencia y de la existencia de la ley que regula la misma,  pero del inconveniente que supone no tener un presupuesto para mantenerla. La Ministra se centró después en recalcar que su intención es: “racionalizar el gasto y ser un poquito más ahorrativos, y gastar menos, dando un mejor resultado, como lo hacen las familias".

De hecho, debido a la falta de planificación de la Ley y del momento actual de crisis, se ha tenido que replantear la implantación de la misma, por ello, se aprobó una norma, a finales de 2011, por la cual solo los casos más avanzados de dependencia recibirán en 2012 la ayuda que regula la ley y no se ampliarán las ayudas a los casos más leves de dependencia, hasta que se cuente con presupuesto para ello.

Según los grados establecidos, los más afectados por la falta de fondos, serán los incluidos en el estadio I, considerado como dependencia moderada (que es la que se produce cuando la persona necesita ayuda para realizar varias Actividades Básicas de la Vida Diaria al menos una vez al día o cuando tiene necesidades de apoyo intermitente limitado para su autonomía personal).