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Foto de una mujer obesa hablando con una nutricionista

4 de marzo: Día Mundial de la Obesidad: Guía para facilitar la valoración integral y el tratamiento individualizado de la obesidad 

En el marco del Día Mundial de la Obesidad que se celebra hoy bajo el lema “Todos necesitamos actuar”, médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) reiteran que la “obesidad representa un problema prioritario y creciente de salud pública cuyo abordaje trasciende del ámbito sanitario y requiere la implicación de las autoridades y la sociedad civil”, que debe “entenderse como una enfermedad metabólica y sistémica” y que es importante abordarla de forma integral y multidisciplinar y con un tratamiento personalizado, individualizado y centrado en cada paciente.

Por ello, el Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de SEMI lanza el documento-guía en formato infografía “Obesidad: Valoración integral y tratamiento personalizado en 3 pasos” en el que se resumen todos los aspectos que, desde el punto de vista de la especialidad de Medicina Interna, son claves para su diagnóstico y estratificación (1), evaluación de comorbilidades asociadas (2) (diabetes, enfermedad cardiovascular o apnea del sueño, entre otras), y para su tratamiento personalizado (3), incluyendo un estilo de vida saludable y el ejercicio físico en la obesidad con una propuesta semanal de entrenamiento. 

En la elaboración de dicho documento han participado los médicos internistas Pablo Pérez Martínez y Maribel Pérez Soto, miembros de SEMI; y Felipe Isidro, miembro del Grupo de Ejercicio Físico de la Sociedad Española de Estudio de la Obesidad (SEEDO).

Según recuerda el doctor Pérez Martínez, “la obesidad es una enfermedad de gran complejidad en la que intervienen múltiples factores. Su prevalencia se ha triplicado en la última década, rondando el 20 % de la población mundial. En España, se sitúa en torno al 23 % y en las consultas de Medicina Interna su prevalencia es incluso algo superior. A día de hoy, sigue estando infradiagnosticada e infratratada”.

En la misma línea, también se pronuncia la doctora Pérez Soto, que recuerda que “si  incluimos también los datos de sobrepeso, las estadísticas más recientes muestran que casi el 60 % de los adultos en Europa viven con pre-obesidad y en España el 44 % de los hombres y el 31 % de las mujeres tienen sobrepeso. Todo ello supone alrededor de un 10 % de gasto total en salud”. También incide en que “es necesario identificar nuevas formas de gestionar la obesidad desde una perspectiva que no solo es clínica, sino política y social”.

La obesidad juega un papel esencial en el desarrollo de otras enfermedades no transmisibles como la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), la hipertensión arterial (HTA), la dislipemia, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, que son las principales causas de mortalidad en la actualidad. 

Modificación del estilo de vida, piedra angular

La modificación de los hábitos alimenticios y la promoción de un estilo de vida saludable que incluya la práctica de ejercicio físico de forma regular deben ser el pilar sobre el que pivote el tratamiento, tanto del sobrepeso como de la obesidad. En este sentido, la educación es fundamental y las edades más tempranas son críticas para ello. Sin embargo, en ocasiones no es suficiente este abordaje y precisa de un tratamiento farmacológico y en ocasiones, incluso, cirugía. “Los tratamientos farmacológicos actualmente autorizados para el tratamiento de la obesidad deberían estar financiados según unas indicaciones consensuadas entre las distintas sociedades científicas y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en base a las evidencias científicas disponibles”, reitera el doctor Pablo Pérez.

Destaca también Maribel Pérez que “es importante reconocer la obesidad como una enfermedad crónica y cambiar el discurso que culpabiliza y estigmatiza a la persona con obesidad y nos obliga a incluir al paciente como protagonista principal en su propio tratamiento con el convencimiento de que ellos solos no pueden solucionarlo”.

Por tanto, la obesidad es una enfermedad crónica compleja, que precisa de un enfoque multidisciplinar en el que el médico internista debe jugar un papel relevante. 

Ejercicio físico en la obesidad

“Es necesario reducir el sedentarismo y moverse más en la vida diaria, así como mejorar la calidad y funcionalidad muscular y, con todo ello, la salud metabólica y la calidad de vida”, afirma Felipe Isidro. Así, la realización de “una dosis mínima eficaz de ejercicio aumenta los niveles de fuerza, la funcionalidad y la aptitud cardiorrespiratoria; mejora la función mitocondrial y la comunicación metabólica entre múltiples sistemas y tejidos; evita la sarcopenia y la debilidad muscular; disminuye la inflamación crónica y disminuye los riesgos de caídas en personas mayores”.

Por último, en palabras de la doctora Maribel Pérez, “detrás de cada persona con obesidad existe una historia diferente que nos obliga a identificar no solo factores dietéticos, sino también de actividad física y condicionamientos psico-sociales que a la larga van a jugar un papel determinante no solamente en la pérdida de peso, sino en lo que es la clave del éxito: evitar la re-ganancia ponderal”.

 


 

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