29 de octubre: Día Mundial del lctus
Las consecuencias del ictus suponen la primera causa de dependencia en adultos en España: déficits motores, sensitivos, visuales, alteración de la sensibilidad o trastornos del habla (afasia) son las secuelas más habituales en los pacientes que sobreviven a un ictus.
Por este motivo hay un mayor consumo de recursos tanto humanos como económicos y sociales en la fase subaguda y crónica. Según el Dr. Pedro Tejada, médico rehabilitador de la unidad de daño cerebral del hospital de Gorliz, “ahora que existe una mayor supervivencia del ictus en la fase aguda gracias a los avances y unidades de ictus, necesitamos más enfoque hacia el proceso rehabilitador”. Pocas veces se ha enfocado el ictus como una enfermedad crónica.
Tras la fase aguda, el paciente necesita tratamiento ya que muchos de estos déficits lo acompañarán el resto de su vida. La doctora Susana Rodríguez de la Unidad de Rehabilitación Neurológica y Daño Cerebral del Hospital Universitari Vall d’Hebron, asegura que “es absolutamente prioritario proporcionar y garantizar el acceso a los programas integrales de rehabilitación con los recursos, dosis y duración de tratamiento adecuados después de la fase aguda como parte esencial de la atención a los pacientes que han presentado un ictus. Además, en nuestro país faltan programas de reinserción laboral y rehabilitación vocacional para los pacientes jóvenes con ictus”.
Otro de los grandes olvidados son las familias que, en muchos casos se ven abocadas a ejercer de cuidadores. Su entorno se ve afectado y la vida de todo el núcleo familiar cambia. Se dan cambios de rol en las familias, sobrecarga, stress del cuidador y pérdida de poder adquisitivo.
Como señala Carmen Aleix, presidenta de la Federación Española de Ictus (FEI), "la rehabilitación es una parte fundamental y en este proceso no sólo está involucrado el paciente y su familia, sino también el sistema sanitario que debe velar para dotar a este paciente de todos los recursos para que sea lo más autosuficiente posible”.
A la hora de analizar cuáles son los recursos que el sistema sanitario ofrece para los pacientes post-ictus es imposible saber a ciencia cierta cuántas plazas hay para tratamientos de rehabilitación. Cada comunidad autónoma tiene una normativa diferente, lo que hace que algunas zonas del país se vean afectadas por la falta de recursos, de información y de tratamientos.
Los últimos avances en investigación y rehabilitación del ictus se darán cita el próximo lunes 29 de octubre en la Tercera Jornada Científica acerca de la investigación del ictus, abierta a profesionales sanitarios, pacientes y familiares, organizada por la Federación Española de Ictus, en colaboración con la World Stroke Organization y la Stroke Alliance for Europe: SAFE.
La jornada tendrá lugar en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y se hablará de la situación actual del ictus y, sobre todo, de cómo se puede ayudar a las personas que lo han sufrido para recuperar una vida lo más plena posible.
Los datos
1. Cada 5 segundos una persona sufre un ictus.
2. 15 millones de personas al año sufren un ictus, de las cuales un tercio mueren y otro sobrevive con algún tipo de discapacidad.
3. La Federación Española de Ictus organiza el 29 de octubre la jornada “La vida después del ictus”, con especial atención a la investigación y rehabilitación tras el ictus.