La dieta mediterránea se representa siempre como una pirámide en la que se van colocando desde abajo (la base) hasta arriba de la pirámide (el vértice) los alimentos que debemos tomar para seguir la dieta Mediterránea, según la frecuencia que tenemos que comer cada uno de estos alimentos de forma semanal.
En la base de la pirámide estarán situados los alimentos que tenemos que tomar más frecuentemente, los más importantes, y en la punta o vértice los que se deberían consumir solamente de vez en cuando.
En la base estarían los alimentos que tenemos que tomar todos los días y fundamentalmente son aquellos que tienen un nutriente que se llaman hidratos de carbono. Los hidratos de carbono están en los alimentos que estén fabricados desde los cereales como es el caso del pan. También la pasta está hecha de trigo o de otros cereales. El arroz es por sí mismo un cereal.
Después subiendo por la pirámide vienen las frutas y las verduras.
En el siguiente nivel, se encuentran la carne, el pescado, los huevos y las legumbres (todos ellos fuente de proteínas). Tenemos que tomar 3-4 raciones a la semana.
En último lugar, en el vértice de la pirámide, se sitúan los alimentos que deberíamos consumir ocasionalmente, como los dulces o el embutido.
Una de las cosas importantes de la dieta mediterránea es utilizar aceite de oliva virgen extra como fuente principal de grasa. Lo mejor es que lo toméis en el desayuno en las tostadas y en las ensaladas.
Ah! y os recordamos otra vez que no olvidéis, el ejercicio físico y beber agua (8-10 vasos/día). El ejercicio físico también se incluye en la base de la pirámide, es decir hay que hacerlo todos los días.
Un poco de historia
Sabías que la primera pirámide de la Dieta Mediterránea se presentó en 1993, en la Conferencia Internacional sobre Dietas Mediterráneas.
Sabías que las lentejas, fuente de proteína vegetal y fibra, ya se consumían en el antiguo Egipto.
Sabías que Don Alonso Quijano, Don Quijote de la Mancha, personaje del genial Cervantes, comía lentejas los viernes.
Sabías que dice la leyenda que Marco Polo trajo la pasta a Italia desde la antigua China. Pero es solo una leyenda. Las teorías más modernas dice que fueron los Árabes los que llevaron la pasta a Italia, en concreto a la isla de Sicilia alrededor del año 1300.