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Las personas dependientes necesitan, debido a la pérdida de la autonomía, la ayuda de otros para realizar las actividades básicas del día a día. A continuación, profundizamos en la dependencia, las causas y cuáles son esas actividades básicas ante las que la persona dependiente precisa de otros para llevarlas a cabo.

¿Qué es la dependencia?

La dependencia es un estado permanente en que se encuentran las personas, que por diversas razones (edad, enfermedad, discapacidad, etc) necesitan la atención de otra u otras personas o ayuda para realizar las Actividades Básicas de la Vida Diaria.

El Consejo de Europa define la dependencia como «la necesidad de ayuda o asistencia importante para las actividades de la vida cotidiana», o, de manera más precisa, como «un estado en el que se encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los referentes al cuidado personal».

La Ley de Promoción de la Autonomía y Atención a las Personas en situación de dependencia define, por su parte, la dependencia como “el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal”.


Dependencia: actividades básicas de la vida diaria

Existen diferentes actividades básicas de la vida diaria en las que una persona dependiente necesita ayuda. Para identificar cuándo se da la situación de dependencia, a continuación encuentras una breve explicación de cada una de ellas.

Bañarse

Independiente:

Se baña completamente sin ayuda o necesita ayuda sólo para lavarse una parte del cuerpo (espalda).

Dependiente:

Necesita ayuda para lavarse más de una parte o para salir o entrar de la bañera.

Movilidad

Independiente:

Entra y sale de la cama sin ayuda, se sienta y se levanta solo de la silla.

Dependiente:

Precisa ayuda para utilizar la cama y/o la silla.

Vestirse

Independiente:

Coge la ropa del armario, se pone la ropa solo y puede usar cremalleras (se excluye atarse los zapatos).

Dependiente:

No es capaz de vestirse solo.

Continencia

Independiente:

Control completo de la micción y defecación.

Dependiente:

Incontinencia total o parcial urinaria o fecal. Necesidad permanente de enemas, sondas, colectores o cuñas.

Usar el retrete

Independiente:

Accede al retrete, es capaz de limpiarse y asearse.

Dependiente:

Usa orinal o cuña, o precisa ayuda para acceder y utilizar el retrete.

Alimentación

Independiente:

Lleva la comida del plato a la boca (se excluye cortar carne o untar el pan).

Dependiente:

Precisa ayuda para beber o alimentarse, no come o precisa nutrición enteral o parenteral (artificial).

Preguntas frecuentes de dependencia

A la hora de tratar la dependencia y después de ver sus aspectos más generales, pueden surgir algunas dudas. Para ello, esta sección está destinada a solucionar los interrogantes más frecuentes sobre la Ley de Dependencia.

¿Cuántos grados de dependencia hay?

En la actualidad, existen tres grados de dependencia. Cada uno de estos grados se establece teniendo en cuenta la puntuación obtenida en la valoración de la dependencia. Seguidamente, destacamos los diferentes grados de dependencia y sus características.

  • Grado I- dependencia moderada: este grado es en el que se encuentran aquellas personas que necesitan ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria o apoyo intermitente. La puntuación final obtenida después de la valoración de dependencia está entre los 25- 49 puntos.
  • Grado II- dependencia severa: en este grado la persona necesita ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero sin ser constante. La puntuación obtenida suele ser de entre los 50- 74 puntos.
  • Grado III- Gran dependencia: se otorga a aquellas personas que necesitan ayuda frecuente o constante, debido a la pérdida total de autonomía. En este caso, la puntuación final es de 75- 100 puntos.

¿Quién tiene derecho a la Ley de Dependencia?

La Ley de la Dependencia garantiza la protección y atención a las personas con algún tipo de dependencia a través de servicios y prestaciones económicas. Las personas beneficiarias son todas aquellas que necesitan la atención de otras personas o ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria, ya sea por razones de edad, enfermedad o discapacidad. Además, deberán cumplir con una serie de requisitos como son:

  • Residir en la Comunidad Autónoma en la que se solicita la ayuda y haber residido en España durante los últimos cinco años (los dos últimos consecutivos). Como excepción se presenta el caso de los emigrantes retornados que tienen las misma condiciones por nacimiento.
  • Presentar una situación de dependencia estable, es decir, no reversible.

¿Cómo se puede solicitar la Ley de Dependencia?

La Ley de Dependencia se tramita a través de los órganos establecidos por cada una de las Comunidades Autónomas. Generalmente, estos suelen ser los Servicios Sociales.

Para iniciar el proceso de solicitud de la situación de dependencia, lo puede llevar a cabo la misma persona interesada, un familiar, un representante legal o, incluso, la administración pública. En la actualidad se puede realizar de manera telemática o presencial.

A la hora de comenzar el proceso de solicitud de la Ley de Dependencia, son necesarios una serie de documentos determinados por cada Comunidad Autónoma. Normalmente, se suele solicitar presentar el formulario de solicitud, dni, capacidad económica del solicitante, documento de empadronamiento, informe de salud, informe de grado de discapacidad (en caso de tenerlo), informe social y declaración del impuesto sobre el patrimonio (en caso de estar obligado).

Con toda esta información, los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma donde resida la persona interesada se pondrán en contacto con ella para realizar el proceso de valoración de la dependencia y determinar los servicios o prestaciones económicas que le correspondan para mejorar su calidad de vida.


Fuentes:

Identificación y análisis de retos para la reforma del SAAD

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